sábado, 20 de junio de 2015

Neurosis

Sobre Neurosis



La asombrosa realidad de las cosas
es mi descubrimiento de todos los días.
Cada cosa es lo que es,
y es difícil explicar a alguien cuanto me alegra eso,
y cuanto me basta.
Fernando Pessoa

Neurosis. Apuntes sobre lenguaje, literatura y teatro de Juan José Luna, es una colección de ensayos que nos lleva por un camino sinuoso, con diferentes paisajes, algunos pintorescos, otros grises y no faltan los cargados de rosa y hasta los colorados.

El libro abre con una disertación que me remite a una acuarela que se elaboró en base a pigmentos que se molieron muy finamente y que al diluirlos en agua, se convierten en imágenes claras y transparentes que nos mandan a un jardín doméstico que tiene árboles capaces de contar historias sobre abejas, un globo rojo y guayabas; que logra transmitirnos la luminosidad de una fría mañana de invierno.

Este conjunto de textos diserta de forma lúdica, curiosa y traviesa sobre el lenguaje y trata de dilucidar sobre qué es éste, lo que significa, cómo se adquiere, cómo se aprende a amarlo y a tratarlo como el más preciado objeto del deseo.

Un ejemplo es Leer para los niños, disertación que nos ayuda a entender de qué manera  los chicos dependen tanto de los adultos para poder asir el lenguaje y poder contar con él a la hora del aprendizaje en la escuela. No es gratuita la preocupación de Juan José al respecto, todos los que nos hemos enfrentado a un grupo de estudiantes de cualquier nivel, sabemos lo que quiere decir cuando afirma que un niño al cual le leyeron cuentos de forma constante, posee antes de aprender a leer, una mayor cantidad de palabras, que se convierten en imágenes que le van a permitir figurarse un mundo aparte  y lo predisponen a disfrutar de la lectura; mientras que un chico no expuesto al estímulo de la lectura, contará con una menor cantidad de palabras en su haber, por eso, casi automáticamente se encuentra en desventaja, debido a que no posee ni una manera de imaginar lo que no puede vislumbrar a través de las palabras; porque como dice el autor: “las palabras se traducen en miles de conceptos y los conceptos ensanchan el horizonte.” P. 18   

Sinceramente me sorprendió el título de este conjunto de ensayos: Neurosis. Me parece un nombre acertado, porque como dije al principio este libro nos lleva a diferentes lugares, a emociones disímiles, a paisajes harto distintos. Pasamos de hablar sobre niños y lecturas, invención de las palabras, corrección gramatical, estética y lingüística; a hablar sobre besos, fracasos en la cancha de futbol, los apócopes y los diminutivos; hasta llegar al teatro a través de un trayecto que pasa por la monogamia y la poligamia, la fidelidad y el contrato matrimonial.

Todos estos cruces de caminos podrían llevarnos a un callejón sin salida o a una confusión de vías, si acaso los recorriéramos a gran velocidad, es decir sin un dejo de reflexión, pero si lo hacemos como en un parque de diversiones, relajados o excitados como en juego un poco perverso o pícaro, podemos vislumbrar algunos de los componentes que nos hacen ser lo que somos como sociedad: una colectividad neurótica, a la que le da mucho trabajo vivir de forma congruente y de acuerdo a lo que tiene y a lo que hay.

De ahí que me ponga a reflexionar sobre el título Neurosis y buscando aquí y allá llego a la página de psicólogos de Madrid, quienes definen a la neurosis como:

La estrategia que desarrolla la persona para eludir lo inaceptable (decepción, frustración, incertidumbre o ira) aunque con frecuencia lo que más trata de evitar el mecanismo neurótico es el sentimiento de angustia existencial o ansiedad. En pocas palabras, la personalidad neurótica es aquella que mantiene elevados mecanismos de defensa para no enfrentarse a emociones, pensamientos, o instancias de la realidad (tanto interna como externa) que le resultan amenazantes.
(http://psicologosenmadrid.eu/neurosis/)

De ahí que este trabajo podría ser el resultado de los mecanismos de defensa de un escritor interesado (conste que dije interesado no obsesionado) por el lenguaje, el teatro y la literatura de manera tan intensa y apasionada que funciona (creo yo) como una forma de entrarle a una de las tantas realidades que existen e intentar explicarla. Es un divertimento que en algunos pasajes parecen una broma o un guiño de ojo, por ejemplo:

Viejas interesadas
¿Qué tipo de mujer te agarra y te pone contra la pared de tu recámara mientras te besa y abre los ojos y los clava en tu librero y te sigue besando? Eso es una inspección intelectual. No le interesas tú en sí, sino los libros que has leído. (p. 21)

Siempre he creído (y estoy segura de que no soy la única) que el arte es un espejo que sólo refleja lo que hay frente a él, y que los artistas son esos entes que tienen unas antenas especiales que los convierten en seres capaces de retratar lo que ven sin compasión ni miramientos, y que para hacerlo, en muchos casos se les va la vida, y los productos que resultan de dichas cavilaciones y afanes, están llenos de fragmentos con vísceras, sangre y alma. El arte siempre va a ser honesto, descarnado y a veces hasta incómodo. Ahí nos reflejamos de muchas formas a partir de la infinita cantidad de espejos que existen: cóncavos, convexos, curveados, con aumento o sin él, pero todos, a pesar de sus diferencias y alteraciones tienen en común el reflejo del ser que somos y a veces del que nos gustaría ver.

Neurosis, es un libro en el que podemos escuchar la voz de un autor que se busca y que expone sin falsos pudores parte de su ser, a veces dulce, otras un poco ingenuo, de repente sucio y siempre provocador, incisivo y sobre todo fiel a sí mismo y a esa vocecita que imagino vive dentro de él que lo obliga a escribir y escribir de forma neurótica.

Y cierro con una cita:

Un día, ya en Tijuana (un día triste, recuerdo), hacía mis primeros recorridos por un centro cultural (un centro cultural no es un lugar para andar triste, pero ese día no había planeado andar por ese lugar ni mucho menos andar triste). Pasé por la sala de video y vi que proyectaban un ciclo de autores y directores de cine: el ciclo de Ingmar Bergman y de Win Wenders. Aunque no sabía nada de ellos entré a ver sus ciclos, muy aburridos, por cierto, pero los vi completos porque había algo que me intrigaba y que en su momento no supe distinguir. Luego, con los años, el estudio, la observación aguda y los chingadazos que da la vida, entre otras cosas, lo comprendí. Las películas de Wenders y Bergman –sobre todo las de Wenders- tenían algo que las otras no: verdad y poesía. (p.53)

Y ahora al terminar de leer el libro de Neurosis de Juan José Luna, yo encontré de muchas formas distintas entre sus renglones, reflexiones, citas y pensamientos precisamente eso: verdad y poesía, y éstas siempre, siempre se agradecen porque nos enriquecen el espíritu.        



                                                                                                                    

lunes, 21 de mayo de 2012

Madama Butterfly. Una trágica historia de amor


Suspirar, anhelar y esperar...

El viernes 18 y el domingo 20 de mayo, la Ópera de Tijuana presentó la producción de Madama Butterfly, la magistral ópera en 3 actos del maestro Giacomo Puccini. 

Lo destacado de esta puesta en escena es que todos los solistas fueron bajacalifornianos, a diferencia de otras  presentadas anteriormente, lo cual nos habla del desarrollo que ha tenido el bel canto en nuestra región y nos permitió presenciar una producción completa con cantantes profesionales originarios de las diferentes ciudades de nuestro estado, que han salido de su ciudad natal para prepararse, y ahora regresan para ofrecernos la interpretación de su personaje en Madama Butterfly.

El elenco estuvo compuesto por la soprano María Lozano quien le dio vida a la desventurada Cio cio-san; la mezzo-soprano Ana Laura Rojas, interpretando a Suzuki la fiel doncella de Cio cio-san, el tenor Andrés Carrillo como el Teniente B.F. Pinkerton, y el barítono Emmanuel Franco con el papel del cónsul Sharpless, entre otros destacados artistas. La dirección escénica estuvo a cargo de José Medina, director artístico de Ópera de Tijuana.

La música quedó a cargo de la Orquesta de Baja California bajo la batuta de la Mtra. María Teresa Rodríguez, directora invitada, y del Coro de la Ópera dirigido por Rubí Ramírez. La escenografía es de Claudio Hanczyc, la iluminación de Iván Dorado, y el vestuario que fue facilitado por el Instituto de Cultura de Sinaloa.

La música de Madama Butterfly es de una belleza incomparable, que aunada al  bel canto nos transmite la trágica historia de amor de la tierna Cio cio-san, una jovencita de 15 años, enamorada del Teniente Pinkerton; el cual no duda en casarse con la hermosa geisha a cambio de obtener sus favores, sin considerar los sabios consejos del viejo consúl, que le advierte que la chica va en serio. 

Como espectadora de esta obra magistral, y arrullada por los suaves murmullos que interpreta el coro en el aria final del segundo acto; viendo como Butterfly se aferra a la imagen y al amor que siente por Pinkerton, no pude dejar de pensar en que todos, alguna vez, hemos sentido que nuestros anhelos viajan muy lejos de nuestro corazón añorando la presencia del ser amado; aferrados a las dulces y perfectas últimas palabras escuchadas, incapaces de movernos del sitio por el que suponemos llegará el objeto de nuestro deseo. 

El amor de Butterfly es pleno, total, avasallador; pero incapaz de hacer volver a su hombre; impotente para retenerlo; imposibilitada para llamarlo; ciega y sorda ante los vaticinios, las burlas, las miradas y los reproches de los demás; valiente y necia; inocente y audaz. Es una mujer que espera frente a un puerto al que no llega el barco con la bandera correcta; y que cuando llega sólo le trae muerte, dolor y deshonor.    

Drama lleno de situaciones que tocan el corazón de los espectadores, y que poco a poco nos va llevando al doloroso final, cuando Butterfly se despide de su hijo, su más caro amor y nos canta: “Con honor muere, quien no puede vivir con honor…”


Fotografía tomada por Leonardo Cruz Barrón

viernes, 2 de marzo de 2012

Pronto estrenamos La flauta mágica de Mozart

Porque queremos acercar esta ópera a los más pequeños y al público en general, Ópera de Tijuana, con el apoyo del Programa de Desarrollo Cultural Municipal,  presenta La flauta mágica en una hermosa versión para títeres de la magistral obra de E. Schikaneder y W. A. Mozart, 

En esta adaptación, -con los diálogos en español-,  que intenta apartarse de los espacios  convencionales que la ajustan dentro del prejuicio de “sólo para conocedores de ópera”, y así, todos la puedan conocer y disfrutar.

La flauta mágica es una oportunidad invaluable de compartir con nuestros niños la gran aventura de personajes salidos de un bosque encantado; en  el que hay  una princesa atrapada, una reina malvada, un simpático pajarero, monstruos terribles y un príncipe valiente; y todo se articula con la música (en su idioma original) como pieza clave en la proyección  de bellísimas imágenes.

Les comparto un pedacito de un trabajo de Cecilia Toussaint y destacados cantantes de ópera en un espectacular y divertidísimo montaje con muppets y caricaturas, de La Flauta Mágica de Mozart. Irasema Terrazas, Sandra Malíká, Cassandra Zoé Velasco, Alberto Albarrán, Ramón Yamil, Charles Oppenheim, Ana de la Vega, Denise de Ramery y Joaquín Cruz.Dirección musical de Carlos Alberto Vázquez. Dirección de Escena Miguel Hernández Bautista. Dirección General Sylvia Rittner. Arpegio Producciones Arte y Entretenimiento A.C. Videoclip realizado con imágenes de la Dirección de Medios de Conaculta. Proyecto Opera Infantil de Arpegio Producciones Arte y Entretenimiento A.C. © y ℗ Arpegio Producciones Arte y Entretenimiento A.C., 2011.



LOS ESPERAMOS, SÁBADO 28 DE ABRIL DE 2012, 12:00 HORAS, 
TEATRO DE LA CASA DE LA CULTURA

jueves, 15 de septiembre de 2011

Barbie girls de Mario Cantú Toscano

En Tijuana se está haciendo teatro, bastante, de diversos géneros y para todos los públicos. En agosto y en septiembre se ha presentando en diversos foros "Barbie girls" del dramaturgo Mario Cantú Toscano, producida por el grupo el Paso escénico y dirigida por Víctor Isordia.

"Barbie girls" es una obra que narra la historia terrible de tres amigas: Chiquis, Bibi y Nené;  mujeres que compartieron la infancia y la adolescencia, dramas y complicidades, carencia de cariño y exceso de cosas materiales. Educadas en colegio de monjas con padres que son figuras lejanas, idealizadas y añoradas.

Chiquis, Bibi y Nené son mujeres-niñas; a veces vírgenes y a veces prostitutas cuya sexualidad aparece como un monstruo que se alimenta de secretos y pasiones oscuras; con un corazón ingenuo y perverso comprado en un centro comercial con tarjeta de crédito y puesto en una linda bolsa, que además contiene cupones que prometen sueños irrealizables y venganzas de agravios ajenos que salen mal. 

Mujeres-niñas  incapaces de saber sobre sí mismas, pseudoprofundas en sus pensamientos; imposibilitadas para escuchar a la otra. Tienen amigas para usarlas como espejos, como reflejos que les recuerdan todo lo que no son y todo lo que no tienen; lo que añoran y no saben; porque son incapaces de ver en el fondo de sus corazones, porque si se atrevieran a hacerlo correrían el peligro de quedar petrificadas ante la vacuidad que hay dentro.

En cada uno de los personajes que desfila ante nuestros ojos, nos topamos con una muñeca con un lindo vestido, lindos zapatos y lindo peinado; acomodada dentro de su cajita rosa, con todo y código de barras. Vemos mujeres petrificadas ante el vacío; un vacío profundo, hondo e inabarcable; la dramaturgia de Cantú Toscano  retrata sin piedad a estas mujeres fruto de una sociedad mercantil, materialista y plástica; que viven una pseudo espiritualidad guiada por rituales que han perdido toda vigencia.

En "Barbie girls", los valores pesan, pero no se pueden hacer propios, porque no son compatibles con la vida que aparece en la revista Cosmopolitan, ni en la TV Notas, ni en los comerciales de la televisión, ni en las carteleras del cine; pero se persiguen aunque sean desconocidos como la honestidad y la mesura; o anhelados como la castidad que sirve para tratar de controlar una sexualidad cuya función es llenar un vacío de amor verdadero.

Víctor Isordia hace una acertada puesta en escena y nos presenta un escenario vacío, sólo la caja negra como escenografía y sobre él tres bellas, útiles, portátiles y conocidas cajas de muñecas que no nos dejan olvidar que las protagonistas son mujeres-niñas-muñecas-mercancías.

La actuación de Mariana Cabrera, Marcela Chávez y Kariam Valenzuela es destacada, convincente y llena del encanto que tienen a montones las "Barbie girls"; las tres logran una química exquisita en el escenario, consiguen la transformación de niñas bobas a mujeres perversas y viceversa en el transcurso de la narración. Comunican la tristeza, la estupidez, la perversión y el candor que se requiere para poder pertenecer al mundo plástico y artificioso de una sociedad que ojalá y sólo fuera una ficción.   
  

domingo, 24 de julio de 2011

La mujer que cayó del cielo

Una mujer con ropa rara, unos migras, una lengua muy extraña. Un país que se abraza a sí mismo y se autoproclama paladín de los derechos humanos; es nuestro vecino todopoderoso, a veces "amigo", casi siempre un conocido rico, déspota e intransigente.

Esta historia, escrita por el dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda y dirigida por Ramón Verdugo, nos proporciona un espacio entrañable para reflexionar sobre la terrible realidad de la incomunicación, de nuestra incapacidad de comprender lo que no es como yo; lo ajeno, lo otro.



Decía el filósofo Ortega y Gasset: "yo soy yo y mi circunstancia", en ese contexto cada personaje se nos presenta como un actor que hace lo que considera correcto; nuestra protagonista, una mujer extranjera se topa con unos hombres incapaces para entender lo que dice; además de que no hay ningún interés por hacerlo; porque ella es sólo un alien más: sin nombre, sin nacionalidad: sin identidad. Está en una realidad total y absolutamente extraña a lo que ella es.

La puesta en escena logra recrear una atmósfera que retrata el encierro, la desolación y la desesperanza. Los elementos que la componen son austeros, pero poderosos, los recursos son aprovechados en un grado sumo; la iluminación es casi un personaje, el manejo de la luz y la sombra puede hablarnos del ánimo de lo que sucede sobre el escenario.



La mujer que cayó del cielo es una producción realizada por El Cuarto Colectivo, con el apoyo del Programa de Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico de B.C., 2010-11. En ella actúan Véronica Ponce, quien le da voz -de manera magistral y conmovedora- a Rita; Jesús Quintero, representando a Ginger; Cristobal Dearie y Adolfo Madera, le dan voz primero a los policías y posteriormente a los doctores y por último Eduardo Corpus quien además de musicalizar con la guitarra, representa a un amigo; cada uno de ellos le da verosimilitud a la historia.

La temporada en Las Tablas está por concluir, ojalá vayan a verla, ir a ver teatro es una posibilidad de soñar, de imaginar, de jugar. Para más información y reservaciones http://www.tijuanahaceteatro.com/

"El hombre que no sueña se queda pegado a la tierra". V.H. Rascón Banda, La mujer que cayó del cielo.    

viernes, 22 de julio de 2011

Estrenando blog

La Ópera de Tijuana va a estrenar proyecto, este año empezamos el Programa Escolar La Ópera va a la escuela.

La presentación del programa será en septiembre, haremos mucho ruido, queremos que todos los directivos y maestros nos ayuden para que todos los niños conozcan la ópera, que aprendan a entenderla y por qué no, a disfrutarla. Nuestro programa iniciará con un repertorio pequeño pero de mucha calidad que busca llegar al mayor número de los planteles escolares.

La ópera es un género que da para mucho, tiene en sí mismo prácticamente todas las disciplinas artísticas: la música, el teatro, las artes plásticas, la danza y la arquitectura. Es un espectáculo que deleita nuestros sentidos; sus historias tocan casi todo el abanico de los más nobles sentimientos, las más apremiantes y a veces bajas pasiones humanas: el amor y el odio, la fraternidad y el egoismo, la mentira y la honestidad, la avaricia y la generosidad, la soberbia y la humildad,  la lujuria y la continencia, la envidia y la templanza.

El arte es una puerta, si la atravesamos podemos sublimar la violencia, los celos y las traiciones a través de las trágicas historias que la ópera toma de pretexto en sus dramas tan conmovedores; también podemos confrontar nuestra estúpidez riéndonos de las situaciones rídiculas que se nos presentan a través de las óperas bufas o las sátiras cómicas.

Los libretos que se eligen para las óperas  pueden representar en escena y con la más bella música, desde la más dulce escena de amor, hasta el más atroz de los asesinatos.

Amo la ópera por todo lo que me da: su música, los hermosos vestuarios, las maravillosas escenografías, el imponente escenario con sus grandes telones, sus luces y sombras.

La magia del teatro unida a las melódicas voces de cantantes increíbles que alcanzan tonos inimaginables nos pueden llevar a recrear una cantidad infinita de mundos posibles -o imposibles, eso es lo de menos-, a veces muy parecidos a los que ya hemos visitado; pero en otras ocasiones podemos visitar sitios intransitados de nuestra imaginación, y eso es un regalo escencial para el alma de todos.